
Anoche, en casa de un amigo de Mercedes, en Berlín, vi algo que parecía un poema enmarcado y colgado en la pared del establecimiento. Me intrigó un poco. Y pedí que me lo tradujeran, incluyendo la pequeña referencia que aparecía bajo el último verso.
Se trataba de un poema anónimo que al parecer se encontró en el cuaderno de notas de un militar de alto grado apresado tras la batalla de Stalingrado.
Me llamó la atención como ejemplo de una manera de pensar que resulta muy higiénica. Tan higiénica en estos procelosos tiempos de postverdad como seguramente lo era en aquellos años de conflicto bélico. El poema da protagonismo a los adverbios interrogativos, ahora más indispensables que nunca: wozu?, warum?, seit wann?, für wenn…?
En especial, me pareció interesante el significado de los dos últimos versos «Wenn einer sagt: «Das ist gut (oder bösejv)» / Frage ihn leise: Für wen?» (y si te dicen: esto es bueno (o malo), pregunta en voz baja: «¿para quien?»)
Trataré de memorizar el poemita. Está un poco en las antípodas del If de Kipling, pero tiene algo en común que no acabo de explicarme. Tal vez el sentido de la rabiosa individualidad.
Aunque algo te digan que es un dogma.
Ponlo en duda sin demora.
No des por cierto lo que otros
Te presenten como hermoso y verdadero
La pregunta que procede en esos casos
Es un simple: «¿por qué»?
Pues las cosas no son buenas o malas en sí mismas;
Ni las curvas son tan curvas, ni es tan recto lo que es recto.
Si te hablan de algo indiscutible,
les preguntas en voz baja: «¡ah! ¿y eso por qué?»
Su verdad de hoy es la mentira de mañana.
Ve sin pausa en busca de las fuentes.
No te baste con mirar el agua mansa.
Pregunta sin descanso: «¿Desde cuándo?»
Busca causas, une y distingue, duda y cuestiona,
Atrévete a mirar tras las palabras.
Y si te dicen: «He aquí lo que es bueno (o lo que es malo)»
Replica en voz muy baja: «¿Para quien?»